Trabajar en equipo es fundamental porque fomenta el desarrollo social y emocional de los niños/as, enseñándoles habilidades de cooperación, comunicación y resolución de conflictos desde una edad temprana.
El trabajo en equipo también fortalece el sentido de pertenencia a la comunidad escolar, creando un ambiente de apoyo y colaboración que beneficia tanto a alumnado como a profesorado.